Mañana de una noche que aun no acaba
10/10/06
Esa noche me atacó el insomnio y esa mañana al abrir la puerta me golpeó la soledad acompañada de la confusión. Sin encontrarla en la mesa, la mañana empezó a mirarme cayendo en la confusión.
Supuse que estaba dormido, pero no, sino ella estaría como en todos mis sueños.
Fui a buscarla detrás de esa puerta (la última vez que la abrí despierto), y ahí estaba, vagamente iluminada por los colores de la mañana, arrodillada sobre una alfombra que me había acompañado en cuentos, retos, juegos, llantos y risas.
La tomé de su hombro repitiendo el llamado una y otra vez, con voz asfixiada por la incomprensión. Me separé un par de metros, todavía sin entender la situación.
Salí de la habitación sin dejar de mirarla y empecé a caminar a la habitación de mis padres. Los desperté.
-Mamá, la abuela no me responde.
-¡¡Dejala dormir!!- dijo mi padre en voz dormida pero enfadada.
Se escuchó el silencio por unos segundos, girando rompí el silencio diciendo – Está arrodillada contra la ventana.
Y salí caminando por el pasillo y terminé atropellado por mis padres mientras sólo escuchaba su nombre en gritos desesperados.
En ese momento empecé a entender lo que sucedía, me senté contra la pared y empecé a llorar en silencio como siempre. Pasaron mis hermanas al lado mío y volvieron segundos después llorando y me abrazaron en el vano intento de consolarnos entre los tres.
Me levanté y fui a lo que ahora es mi cuarto seguido por mis hermanas. Mis hermanas largaban sus lágrimas y sus llantos desconsolados, ahogados por las almohadas. Mientras yo, miraba al vacío con una laguna de lágrimas en mi cara, pero sin emitir ningún sonido.
Juro haber visto su rostro en el vacío, y yo le sonreí.
Varias lágrimas después, llegó mi mamá y nos dijo que la abuela se había ahorcado con la correa de la perra.
(Recuerdo que tenía un fuerte dolor en la mano, debido a un golpe que me había dado. Y cuando mi mamá nos dio la noticia el dolor cesó totalmente, lo juro.)
A todo esto ya eran las 10 de la mañana, y como todos los sábados de mi infancia, salía a pasear a la perra con dos amigos. Decidí salir igual sin la perra. Caminé con mis amigos por la playa y trataba de comprender lo que había pasado.
Volví a mi casa y me dijeron que se la habían llevado a Bahía Blanca y que ya teníamos que salir.
Emprendimos el viaje más silencioso. Todas las caras sollozas y yo buscando su cara en las nubes.
El cielo tomó color oscuro y empezó a llover como la penúltima vez. No se podía ver nada, sólo se veía un infinito negro. Como el de ahora, sigo sin ver un amanecer, sin encontrar una persona que me pueda hacer despertar de esta noche tan larga. Con el único consuelo de ver su cara en el cielo de mis sueños, y con el miedo a mi propia casa que me atemoriza en la pesadilla que vivo despierto, y a la hora de morirme en el sueño, es cuando me llega la paz al verla viva en el cielo de mis ilusiones.
Necesitaba escribirlo
Laucha
ay ay lau....no tengo que decirte...ni palabras para consolarte. lo único que te puedo decir es que a todos nos pasa y no hay manera de evitarlo..si no era ahi era ahora, o mañana...o en algun momento...es inevitable lamentablemente..
no intentes superarlo lau, porq se que debe ser muy dificil, intenta aceptarlo.
bueno pendejo, sabes que te amo amigoooo y gracias por estar siemrpe.
estoy !
vir
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Pezave |
10/10/06 11:06 p. m.
como mamá es muy difícil decirte lo que pienso, pues ese momento fue vivido por cada uno de nosotros con muchísima intensidad y cuando digo vivido también pienso que es revivido porque los recuerdos vienen, te agustian, te desesperan. Las infinitas preguntas que se convierten en una sola al final de de todas ¿por qué?. Tal vez la vida no tenga todas las respuestas y eso es lo interesante de ella. Las decisiones hay que saber aceptarlas, comprenderlas? depende de cada uno de nosostros. Y si bien las imágenes de ese despertar quedan en nuestras retinas junto a llantos multiplicados, el cielo es tan o más grande que toda el agua de las lagunas, porque en cada nube, de cada nuevo cielo, que nos ofrece cada nuevo día, veremos un rostro de una abuela que nos dejó cuentos desparramados en la alfombra, un piedra libre y escondite en cada lugar de nuestra casa, y si bien ya no tenemos un número de teléfono para pedir auxilio ante cualquier emergencia, tenemos su bondad como herencia. No cierres las puertas, porque ellas no tienen como función ocultar, solo dejan que haya privacidad, dale ese permiso a las decisiones. Te amo, Mamá
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Anónimo |
13/10/06 10:13 p. m.
papá
A veces hace bien revivir momentos que nos marcaron para siempre. Sin duda la decisión de la abuela nos marcó a todos. Todavía no entendemos bien porqué y no se si algún día lo entenderé. Mi vieja siempre estuvo, nunca se borró y ese final me dejó otra sensación. Pese a que vos eras chico creo que la sensación se parece bastante. Nosotros que la compartimos ese tiempo, sabemos que la vieja siempre quizo lo mejor para todos. Eso lo tenemos claro. Por eso vale recordarla y tenerla presente, pero sin dudas que nos atormenten, ya que ella nunca hubiera querido eso. Aprecio y valoro tu necesidad de expresar lo que sentís. Lo hacés muy claramente. Es bueno que la abuela siga con nosotros y que, de a poco, vayamos perdiendo los miedos que genera todo aquello que no comprendemos.
Un beso. Papá
Escrito por
Anónimo |
13/10/06 11:04 p. m.
papá
A veces hace bien revivir momentos que nos marcaron para siempre. Sin duda la decisión de la abuela nos marcó a todos. Todavía no entendemos bien porqué y no se si algún día lo entenderé. Mi vieja siempre estuvo, nunca se borró y ese final me dejó otra sensación. Pese a que vos eras chico creo que la sensación se parece bastante. Nosotros que la compartimos ese tiempo, sabemos que la vieja siempre quizo lo mejor para todos. Eso lo tenemos claro. Por eso vale recordarla y tenerla presente, pero sin dudas que nos atormenten, ya que ella nunca hubiera querido eso. Aprecio y valoro tu necesidad de expresar lo que sentís. Lo hacés muy claramente. Es bueno que la abuela siga con nosotros y que, de a poco, vayamos perdiendo los miedos que genera todo aquello que no comprendemos.
Un beso. Papá
Escrito por
Anónimo |
14/10/06 1:13 p. m.
Lau...hablamos muchas veces de este tema...pero creo que nada de lo que yo o cualquier otra persona te diga pueda cambiar lo que vos sentís y pensás...porque aunque lo intentemos no vamos a poder entenderlo...porque no estuvimos ahí...no lo vivimos como vos...por eso no dejes de escribir nunca...creo que esa es una de mis razones para escribir...porque aunque hables y hables de algo es muy difícil encontrar a alguien que realmente entienda lo que querés decir...pero escribiendo es como que vos mismo te entendés más...las cosas malas no parecen tan malas cuando las sacás de adentro...
Que bueno que decidiste escribir esto...ahora es como que todos conocemos un poquitito más de vos...
Y eso es todo...
Escrito por
Anónimo |
14/10/06 10:07 p. m.