verdadero presente...
Últimamente, no dejo de observar los áboles, los colores, el viento y todo lo que me rodea. Lo observo con más atención que nunca, y cada miraba parece una despedida de esa imagen. Siento que cada día va a ser el último, y que las razones por las cuales llegué al lugar donde estoy, se acabaron, se deshicieron, se desecharon, se murieron lentamente a través de cada una de esas miradas de despedida.
Creo que cada vez se acerca más la hora del final, la hora de elegir un camino. Tengo que elegir, entre existir y no existir, porque no soy nadie. El tiempo, a medida que pasa me enseña la vida, y me convence con que este aire que me mantiene viva, estas miradas que a mi no me miran, esos oídos que a mi no me escuchan; son los motivos, los motivos por los cuales yo no existo y existo. Son motivos también de mi eterna búsqueda de felicidad o infelicidad. No poseo nada que valore, no tengo nada ni nadie que me valore. No hay ojos ni oídos para escucharme. No hay una mano, ni un abrazo, ni un beso, que alguien me regale.
Aunque hace tanto tiempo lo pienso, hace tanto tiempo me pasa. Tantas veces lo intente. Nunca llegué. Nunca llegaré. No tendré el coraje ni el valor, para poder terminar con despedidas, ni decidir nada.
La vida, la vida, es un eterno cansacio, una molesta carga que llevo todos los días, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada año que transcurre, maldigo o agradesco estar aquí, tal vez preferiría avanzar y terminar con tantos mareos, con tantas búsquedas, con tantos planteos y comenzar a vivir, que es para lo que estoy hecha. A insultar, reir, abrazar, cantar, llorar, observar, y tantas cosas que me superan y otras que me emocionan.
Esta infelicidad que no existe.
Este presente en estas lágrimas.
Esta felicidad existente.
Esta vida en estos ojos.
Esta búsqueda en esta muerte.
-----------------
todo por un libro.
(vir·)
Creo que cada vez se acerca más la hora del final, la hora de elegir un camino. Tengo que elegir, entre existir y no existir, porque no soy nadie. El tiempo, a medida que pasa me enseña la vida, y me convence con que este aire que me mantiene viva, estas miradas que a mi no me miran, esos oídos que a mi no me escuchan; son los motivos, los motivos por los cuales yo no existo y existo. Son motivos también de mi eterna búsqueda de felicidad o infelicidad. No poseo nada que valore, no tengo nada ni nadie que me valore. No hay ojos ni oídos para escucharme. No hay una mano, ni un abrazo, ni un beso, que alguien me regale.
Aunque hace tanto tiempo lo pienso, hace tanto tiempo me pasa. Tantas veces lo intente. Nunca llegué. Nunca llegaré. No tendré el coraje ni el valor, para poder terminar con despedidas, ni decidir nada.
La vida, la vida, es un eterno cansacio, una molesta carga que llevo todos los días, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada año que transcurre, maldigo o agradesco estar aquí, tal vez preferiría avanzar y terminar con tantos mareos, con tantas búsquedas, con tantos planteos y comenzar a vivir, que es para lo que estoy hecha. A insultar, reir, abrazar, cantar, llorar, observar, y tantas cosas que me superan y otras que me emocionan.
Esta infelicidad que no existe.
Este presente en estas lágrimas.
Esta felicidad existente.
Esta vida en estos ojos.
Esta búsqueda en esta muerte.
-----------------
todo por un libro.
(vir·)
espectacular espectacular!
bueniiisimo.. posta uqe re gusto.. sos una capa.. te quiero mucho
**LauCHa**
Escrito por
Laucha |
14/11/06 6:37 p. m.
ta muy bueno vir
...me hizo sentir q se me seca la garganta....
Escrito por
Conelmate |
16/11/06 6:58 p. m.