Y acá, obligado a terminar el día.
Dormirse para despertar, y tener que llegar a tiempo ahí,
donde me enseñan lo que tengo que repetir.
Lo que tenga que repetir, ese día que me despierte,
no para aprender, si no, para enseñar.
Y me resigno cada mañana, a escuchar personas que con un papel, aseguran su saber.
Y no se cuestionan si su saber, no cambió o se refutó como todo lo demás.
No les molesta vivir de electricistas del sistema, conectando y desconectando gente.
Son quienes le aseguran al rebaño, que su realidad recta y su objetividad inexistente,
van a seguir existiendo como siempre.
El rebaño se queda tranquilo, mientras dentro del corral,
no haya nadie que amenace con cambiar una tabla o en abrir la tranquera.
Y esas personas que sugieren pensar, quedan afuera del alambrado que encierra un mundo
hipócrita, lineal y triste, que no tiene necesidad de morir.
me encanto!!!
me encanto!!!
te quiero laucha...no dejes de ser
laucha..
besos
virr
Escrito por
Anónimo |
17/6/07 9:21 p. m.