La otra cosa

Otra tarde, que a pesar de sus colores cálidos,
el frío congela, para darle paso al viento
que tira el crepúsculo al suelo y entierra los restos.
Otra tarde con hambre de tiempo, persigue esa vida al ritmo del reloj.
Otra tarde que muere en la noche... y como siempre, esas fieles cuerdas aparecen.
Una noche que se hamaca entre notas, y aquel abandonado músico
transforma sus lágrimas en acordes,
para acercarse al recuerdo que quiere revivir.
Un recuerdo que esconde la distancia.
Él lo ve cerca, casi reciente,
pero sabe que se está alejando,
se imagina mil futuros, en todos encontraría la causa de sus notas,
pero como siempre el temor, amenaza en su ahora,
desequilibrando su porvenir.
Ese panorama, ese porvenir, nace y muere todas las noches
con los acordes de su guitarra,
y aunque toque cualquier cosa, cada nota imagina estár cerca del después,
cada nota, quiere encontrar lo que esconde el recorrido
cada nota, quiere vivir por siempre, pero la guitarra se calla,
el músico se enmudece, el futuro se pone en negro
al igual que la habitación,el ahora y la noche,
esa noche que él ve lejos, casi remota,
pero sabe que la está viviendo...delatado en cada nota.

**LauCHa**

Escrito por Laucha el jueves, junio 21, 2007 - 9:44 p. m. | Enlace permanente