La otra cosa

Piensen lo que piensen, intenté escribir sobre lo que necesité escribir,
Cada letra, cada nota, me lleva a vos, aunque yo nunca te llegue.
Pasé noches, hablando de vos, en un monólogo de depresión contra las paredes.
Grité tu nombre, en ya incontables acordes,
para que el presente, disfrazado de distancia,
se quede con la mejor parte: vos.
Y yo me quedé a las espaldas del ahora,
en un griterío sobre sirenas, donde sólo se distinguen ecos.
A esta altura, escuchar el silencio, es una utopía,
sobre todo, si cada vez que el mundo se calla,
tu nombre retumba adentrode mío, hundiéndome más en la resignación y el ruido.
Una gran lágrima porfiada, me mastica cada vez que escribo exclusivamente para vos,
y el resto del llanto me inunda por dentro, intentando acabar con cada palabra.
Paralelamente, la distancia, ríe a carcajadas de mi soledad,
y el conformismo, pasa a ser el alimento de la felicidad de aquel recorrido sin huellas.
Un reflejo excelente se muestra en todo su potencial,
pero la soledad, me vuelve a escupir, demostrándome que no necesita de mi tranquilidad.
Por tener todos los pronósticos,
me quedé sin tormentas en donde dudar,
y me reduje al simple hecho de no sufrir.
Ya sin la posibildad, de tropezar, involuciono en cada palabra,
y me obligo a mirar con los ojos vendados y aceptar que la oscuridad es acogedora,
que es bueno tener la distancia cerca
y que no escuchar tu voz, es igual al silencio que no se percibe.
Las palabras cada vez son menos, las hojas ya no se amontonan,
y empiezo a extrañarme. Me busco, pero aquel ser que se soltaba sin agarrarse,
murió en alguna metáfora que en algún momento supe escribir, entender, ser y existir.

Fue lo que salió, últimamentente, no me sale nada que me guste, pero tenia ganas de postear, porque acá son todos gente de cajetilla vieja, no postea nadie loco, un abrazo.

Escrito por Laucha el lunes, agosto 13, 2007 - 11:37 p. m. | Enlace permanente